• Centrados en Cristo, con liturgias y sacramentos plenamente vivos en el evangelio
• Lleno de feligreses comprometidos y en constante crecimiento y fe
• Formar, nutrir y enviar discípulos misioneros
• Una Iglesia donde todos se sientan acogidos y se experimente un fuerte sentido de pertenencia que incluye su etnia, cultura, individualidad, los desafíos de aquellos que están luchando con su fe o relación con Dios
• Donde la “experiencia dominical” sea transformadora
• Donde los feligreses estén arraigados y preocupados por su ciudad, barrios y alrededores, y acompañar con el amor de Cristo para abordar las necesidades de la comunidad y traer esperanza y sanación
• Donde existan abundantes recursos humanos y materiales para el ministerio
• Donde las instalaciones del campus/edificios sean adecuadas para la Iglesia de hoy

Reconocemos que la Iglesia de hoy no es la misma de hace 75 años. Hemos estado trabajando para comprender mejor lo que necesitan nuestras parroquias, ministerios e instituciones para prosperar en la actualidad. Tenemos un gran tesoro de instituciones católicas recibido de generaciones anteriores, pero a medida que la población y la sociedad católicas han cambiado en las últimas décadas, esas instituciones ya no son tan efectivas ni sostenibles como lo eran antes.