Mensaje de Semana Santa del Arzobispo Lori

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30 de marzo de 2021

Queridos amigos en Cristo,

Al entrar en la Semana Santa, cumbre del año litúrgico de la Iglesia, nuestros corazones se elevan por la esperanza de que el fin tan esperado de la pandemia esté finalmente a la vista. Si bien todavía no podemos acomodar a las multitudes que generalmente adornan nuestras iglesias en Pascua, los animo a participar en las liturgias del Triduo del Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Pascua, ya sea en persona o virtualmente. Aunque nuestras celebraciones litúrgicas aún no podrán ser lo que consideraríamos “normal”, es una alegría especial poder dar la bienvenida a los muchos catecúmenos que se unirán a la Iglesia este año en la Vigilia Pascual. Mientras la Vigilia da paso al Domingo de Pascua, unámonos como una familia de fe para regocijarnos y dar gracias al Señor Resucitado, el Vencedor del pecado y la muerte.

El año pasado, aunque difícil, nos ha enseñado muchas cosas. Las separaciones tan prolongadas que hemos sufrido nos han enseñado más que nunca a apreciar el don de la presencia: la alegría de un abrazo, la sonrisa reconfortante de un ser querido, el simple placer de sentarse con familiares y amigos alrededor de la mesa o en el patio trasero. Así también, espero, hemos aprendido a apreciar, sobre todo, la presencia inquebrantable de Jesús en nuestras vidas: en nuestra oración, en los sacramentos, en los demás, y en nuestra necesidad de consuelo y fortaleza frente a nuestra propia vulnerabilidad ante los desafíos que hemos soportado.

Le pido a Dios que salgamos de esta experiencia reconociendo de una manera nueva—a través de un encuentro profundo y personal con nuestro Señor y Salvador—la Presencia Real de Jesús en la Eucaristía. Como dije en mi reciente carta pastoral, Una Luz Visible y Resplandeciente 2.0, nuestra fe es más vibrante cuando reconocemos plenamente que “[Jesús] está vivo, está presente para nosotros y es el amante de nuestras almas, la luz que brilla intensamente en el centro de nuestro ser “.

Oremos mientras caminamos juntos durante esta semana para conmemorar la Pasión y Resurrección de nuestro Señor, a fin de que nuestra fe fortalecida nos una más que nunca como una comunidad espiritual, siempre lista para hacer brillar la luz de Cristo para que todo el mundo la vea.

Que Dios los bendiga y los mantenga en su amor.

Suyo en Cristo,

Archbishop William E. Lori

Archbishop William E. Lori was installed as the 16th Archbishop of Baltimore May 16, 2012.

Prior to his appointment to Baltimore, Archbishop Lori served as Bishop of the Diocese of Bridgeport, Conn., from 2001 to 2012 and as Auxiliary Bishop of the Archdiocese of Washington from 1995 to 2001.

A native of Louisville, Ky., Archbishop Lori holds a bachelor's degree from the Seminary of St. Pius X in Erlanger, Ky., a master's degree from Mount St. Mary's Seminary in Emmitsburg and a doctorate in sacred theology from The Catholic University of America. He was ordained to the priesthood for the Archdiocese of Washington in 1977.

In addition to his responsibilities in the Archdiocese of Baltimore, Archbishop Lori serves as Supreme Chaplain of the Knights of Columbus and is the former chairman of the U.S. Conference of Catholic Bishops' Ad Hoc Committee for Religious Liberty.