Preguntas frecuentes sobre el Informe de la Oficina del Fiscal General de Maryland sobre el manejo histórico de las denuncias de abuso sexual infantil por parte de la Arquidiócesis de Baltimore

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Preguntas frecuentes sobre el Informe de la Oficina del Fiscal General de Maryland sobre el manejo histórico de las denuncias de abuso sexual infantil por parte de la Arquidiócesis de Baltimore

 

¿Por qué el Fiscal General inició una investigación en la Arquidiócesis?

Luego de una investigación similar de la Iglesia Católica por parte del Fiscal General de Pensilvania en 2018, la Oficina del Fiscal General de Maryland inició una investigación sobre el abuso sexual y la respuesta de la Arquidiócesis de Baltimore a las denuncias de abuso sexual infantil a lo largo de su historia.

¿Cómo cooperó la Arquidiócesis con la investigación?

Durante la investigación de cuatro años, la Arquidiócesis cooperó plenamente, incluso proporcionando cientos de miles de páginas de documentos solicitados y respondiendo a numerosas solicitudes de información en conversaciones con los investigadores.

¿Continuará la Arquidiócesis cooperando con el proceso legal subsiguiente?

La Arquidiócesis entiende que el Fiscal General de Maryland está buscando autorización judicial para publicar un informe relacionado con su investigación, y no se opondrá a su publicación. La Arquidiócesis continuará cooperando con cualquier proceso legal relacionado con el informe del Fiscal General. La Arquidiócesis está participando en el proceso judicial y entiende que los tribunales esperan con razón que se siga la ley sobre los materiales del gran jurado y que se respete el debido proceso. La Arquidiócesis reconoce que los esfuerzos de su parte para disputar legalmente errores y caracterizaciones erróneas probablemente serán vistos como un intento de ocultar fallas pasadas.

¿Por qué la Arquidiócesis no está tratando de evitar que el informe de las AG se haga público?

La Arquidiócesis de Baltimore está comprometida con la transparencia. Ella cree que la transparencia es necesaria para reconstruir la confianza que ha sido dañada por los abusos cometidos por representantes de la Iglesia y por las fallas históricas del liderazgo de la Iglesia para responder adecuadamente a esos actos malvados. Aunque la Arquidiócesis tiene discrepancias profundas con aspectos de la moción del Fiscal General, incluida la implicación de que la Iglesia en Baltimore no ha implementado una sólida cultura de protección infantil durante las últimas tres décadas, es más importante reconocer que hoy la Iglesia es diferente, pero que debe ser transparente al reconocer nuestro pasado. Es por esto que la Arquidiócesis de Baltimore no se opondrá a la publicación del informe del Fiscal General.

¿Qué desacuerdo tiene la Iglesia sobre la moción?

La Arquidiócesis cree que cualquier informe debe reconocer plenamente los numerosos e importantes esfuerzos de la Arquidiócesis en las últimas décadas para crear una cultura intolerante al abuso de cualquier tipo. La Arquidiócesis debe continuar reconociendo el enorme dolor causado por la gran cantidad de incidentes de abuso sexual infantil. Al mismo tiempo, los esfuerzos realizados por la Arquidiócesis durante más de 20 años para proteger a los niños y apoyar a los sobrevivientes han cambiado drásticamente nuestra cultura de protección de niños y jóvenes.

¿Dijo el Fiscal General que la investigación encontró que la práctica de encubrir cosas había terminado?

La Arquidiócesis de Baltimore descrita por la Moción de Divulgación del Fiscal General no es la Arquidiócesis de hoy. El Fiscal General dijo lo mismo en una entrevista en WYPR el 22 de noviembre, cuando se le preguntó si creía que el encubrimiento había terminado, y respondió: “Hasta donde yo sé, ha terminado. La Iglesia cambió su política dramáticamente en 2002 y la ley en ese momento había ordenado reportes de abuso infantil, y desde entonces la Iglesia, hasta donde podemos decir, ha seguido la ley, reportando abuso sexual infantil/abuso infantil cuando les fue informado”.

¿Quién tiene la última palabra sobre la publicación del informe?

El tribunal tiene la última palabra. La Arquidiócesis respeta el proceso judicial y las leyes con respecto a los materiales del gran jurado, y un tribunal debe decidir si concede la solicitud del Fiscal General de publicar el informe. Si el tribunal aprueba la publicación del informe, la Arquidiócesis respaldará esa decisión y ciertamente pondrá a disposición información específica adicional en ese momento.

Existen personas anónimas que solicitan al tribunal que mantenga el informe sellado. ¿Es esa la Arquidiócesis?

No. Algunas personas nombradas en el informe, pero no acusadas de abuso sexual, presentaron una moción que pide poder participar en el proceso judicial relacionado con el informe del Fiscal General. La decisión de la Arquidiócesis de no oponerse a la publicación del informe no significa que no se deban observar los requisitos legales, o que se deba negar la oportunidad de participar a las personas que pueden ser nombradas en un informe. Por esa razón, y reconociendo nuevamente la transparencia que se requiere en este momento, la Arquidiócesis declara que apoya los derechos de las personas a participar en el proceso legal, particularmente aquellas nombradas en el informe que no han sido acusadas de abuso y que no han sido contactadas ni se les dio la oportunidad de responder al Fiscal General de antemano. La Arquidiócesis tiene obligaciones con algunas de esas personas, las cuales pueden incluir cubrir los gastos de representación legal. Estas personas deben ser escuchadas antes de que el tribunal decida si se publica o no el informe del Fiscal General.

¿La Arquidiócesis retuvo la información solicitada de la oficina del Fiscal General?

No, la Arquidiócesis cooperó plenamente con todas las solicitudes de documentos e información.

¿Ha revelado públicamente la Arquidiócesis los nombres de los sacerdotes y otras personas que trabajan para la Iglesia que han sido acusados de manera creíble de abuso sexual infantil?

Sí. En 2002, la Arquidiócesis de Baltimore se convirtió en una de las primeras diócesis de los Estados Unidos y del mundo en revelar públicamente de forma voluntaria los nombres de todos los clérigos que habían sido acusados de abuso de manera creíble, desde la década de 1930. Lo hizo en una carta enviada a todos los hogares registrados y en una publicación en el periódico y sitio web diocesanos. La moción del Fiscal General hace referencia a 43 personas acusadas de abuso pero no reveladas por la Arquidiócesis. Se cree que ese número incluye a personas que habían fallecido en el momento en que se reportó la acusación, personas que nunca fueron asignadas al ministerio dentro de la Arquidiócesis, y a laicos (que no forman parte de la lista de sacerdotes acusados de la Arquidiócesis). La política de la Arquidiócesis para determinar si incluir a un sacerdote fallecido en su lista requiere que un tercero corrobore una sola acusación hecha contra un clérigo fallecido o que exista una segunda acusación de abuso recibida contra él.

¿Hay alguien que trabaje en la Iglesia hoy, incluidos los miembros del clero, que estén acusados de forma creíble de abuso sexual de un niño?

No, de acuerdo con la política diocesana y con la Carta para la Protección de Niños y Jóvenes, no hay nadie en el ministerio hoy, ya sea clérigo o laico, empleado o voluntario, que haya sido acusado de manera creíble de abuso infantil. Tales individuos son removidos y permanentemente excluidos del ministerio y reportados a las fuerzas del orden público, incluido el Fiscal General de Maryland. Esta ha sido la práctica de la Arquidiócesis durante más de dos décadas.

¿Siguen ocurriendo hoy las fallas citadas en la moción del Fiscal General?

Los fracasos del pasado para responder adecuadamente a las denuncias de abuso no reflejan la fuerte respuesta pastoral que desde hace ya décadas, y actualmente, la Iglesia manifiesta en el manejo de las denuncias. Puede encontrar información sobre cómo la Arquidiócesis ha estado respondiendo durante las últimas 3 décadas para detener el abuso de nuestros más vulnerables en https://www.archbalt.org/promise-protect-promote-healing/

¿Qué medidas existen para garantizar que aquellos que sirven en la Iglesia estén seguros para el ministerio?

La Arquidiócesis tiene una política de tolerancia cero para cualquier persona acusada de manera creíble de abuso, lo que significa que él / ella está excluido de forma inmediata y permanente de todo ministerio. Además, todos los empleados, voluntarios y jóvenes han sido capacitados para detectar y denunciar sospechas de abuso. Además, todos los empleados y voluntarios se someten a verificaciones obligatorias de antecedentes y capacitación en ambiente seguro. Una junta de revisión independiente, que incluye profesionales diversos y no católicos, revisa el manejo de la Iglesia de todas las denuncias de abuso y se realizan auditorías para garantizar el cumplimiento de todas las leyes y políticas que rigen la protección de los niños.

¿Qué pasos toma la Arquidiócesis cuando alguien es acusado de abuso?

La acusación se informa de inmediato a la policía y el presunto perpetrador es removido temporalmente del ministerio. Se contacta a la víctima y se lleva a cabo una investigación de la denuncia, teniendo cuidado de no interferir con ninguna investigación paralela por parte de las fuerzas del orden. Una vez que se ha hecho una determinación de credibilidad, la remoción del perpetrador se hace permanente y la información se comparte con el público sobre el abuso.

¿Cómo notifica la Iglesia al público cuando un ministro de la Iglesia, sea clérigo o laico, ha sido acusado de abusar de un niño?

La Arquidiócesis utiliza una serie de métodos para informar al público sobre una acusación de abuso, incluida la inclusión del nombre de la persona en su lista de clérigos acusados con credibilidad en el sitio web de la Arquidiócesis, avisos en The Catholic Review, boletines parroquiales, correos electrónicos directos, medios de comunicación y reuniones en persona.

¿Cómo ha tratado la Arquidiócesis de ayudar a aquellos que han sido abusados por un ministro de la Iglesia?

La Arquidiócesis asiste a las víctimas y sus familias ofreciéndoles consejería y ayuda financiera directa (incluidos los acuerdos financieros mediados para aquellos sobrevivientes que no quieren que la Iglesia participe directamente en el pago de su consejería). A las víctimas también se les ofrece un encuentro personal con el Arzobispo u otro líder de la iglesia, si la víctima cree que esto sería útil. La Arquidiócesis también ha buscado reconocer y honrar a las víctimas de abuso sexual y validar sus reclamos publicando los nombres de los sacerdotes acusados de manera creíble en el sitio web de la Arquidiócesis en https://www.archbalt.org/child-and-youth-protection/sacerdotes-y-hermanos-acusados-de-abuso/ .

¿Alguien supervisa el manejo de la Iglesia de las denuncias de abuso sexual infantil?

Una junta de revisión independiente, que incluye profesionales diversos y no católicos con experiencia en campos relacionados, como el cumplimiento de la ley, el trabajo social, la educación y la medicina, se reúne regularmente durante el año para revisar el manejo de la Iglesia de todas las denuncias de abuso por parte del personal de la Iglesia.

Si quiero denunciar un caso sospechoso de abuso, ¿cómo puedo hacerlo?

Cualquiera que tenga razones para creer que un niño ha sido abusado debe informarlo a los Servicios de Protección Infantil y a las fuerzas del orden público. También se puede reportar casos sospechosos de abuso, incluso de forma anónima, a través de la línea de asistencia a víctimas de la Arquidiócesis (866-417-7469). Para más opciones para hacer denuncias, ir a: https://www.archbalt.org/child-and-youth-protection/make-a-report/ .

Si fui abusado y quisiera recibir asistencia de la Arquidiócesis, ¿qué debo hacer?

Los sobrevivientes de abuso cometido por un ministro de la Iglesia en la Arquidiócesis que deseen recibir asistencia pueden hacerlo llamando a la Línea de Asistencia a Víctimas (866-417-7469).